Decidirse por implantar en su vivienda una instalación de calefacción basada en la tecnología del pellet puede reportarle un importante ahorro en su factura mensual (hasta un 70%),  hasta tal punto que su instalación quedará amortizada en un período de tiempo sorprendentemente corto, al tiempo que contribuye a reducir las emisiones de CO2, dotando a su vivienda de las condiciones necesarias para la obtención de la categoría A en el certificado de eficiencia energética. 

La instalación de sistemas de calefacción con pellet, ya sea por aire o agua, es rápida y no se requieren incómodas obras en su vivienda. Asimismo, las estufas y calderas de pellet, necesitan muy poco mantenimiento por parte del usuario.

Por tanto, son tres las principales características que definen al pellet:

• Es económico.
• Es limpio.
• Es seguro.

La leña es una energía ecológica y que puede renovarse. Respetuosa con el medio ambiente, no participa en el efecto invernadero debido al aumento de gas carbónico (CO2) en la atmósfera.

La combustión de la leña desprende CO2: el gas carbónico . Bajo la acción del sol, los árboles reabsorben ese mismo gas carbónico  que encontramos en el bosque  es un ciclo natural que dura desde hace millones de años  no tiene importancia que la leña se queme o se descomponga naturalmente en el bosque  por consiguiente la leña es una energía ecológica que se renueva.

Es una energía limpia que casi siempre se produce en la misma región donde se utiliza. No dependemos de otros países para su abastecimiento.

    Es una energía renovable, los bosques crecen todos los años y si se extrae de ellos una cantidad inferior a su crecimiento, se podrá aprovechar esta energía en forma indefinida.

    Es económica. Calentar con leña es hasta 6 veces más barato que con electricidad, 5 veces más que con gas y 4 veces más económico que con gasoil.

    Sólo use leña seca (-25% de humedad) y de tamaño adecuado.

Utilice una chimenea o estufa eficiente para aprovechar mejor la energía de la leña, a ser posible de doble combustión.

Nunca trate de hacer durar el fuego cerrando todas las entradas de aire. Un fuego “ahogado” genera más contaminantes, ensucia el equipo y no genera más calor.

Infórmese sobre el correcto uso de las entradas de aire a través del manual de su chimenea o estufa, también puede asesorarse con su proveedor.

Revise y limpie su estufa e instalación anualmente por un profesional cualificado. De no hacerlo se obstruirá de hollín y disminuirá el tiraje afectando la combustión. Esto aumentará la contaminación y el riesgo de incendio del conducto.

No use ceras o parafinas, ni queme basuras o madera con pintura.  La chimenea no es una incineradora.